Hola, quiero contarte mi historia. Antes que nada quiero que sepas que soy testigo "Activa" solo por apariencia y porque mi madre y mi hermano son devotos de la secta. Tengo 24 años; todo empezó cuando a mi madre le empezó a dar estudio una tía hipócrita que la metió a esta secta, yo en ese entonces tenía 6 añitos. Total que se bautizó y como una ilusa cree estar en la verdad; recuerdo que cada sábado y domingo, cada día feriado, era levantarnos temprano yo y mi hermano para ir al servicio. También como todo niño me invitaban a cumpleaños, a los cuales yo quería ir, me emocionaban desde pequeña el baile y las fiestas pero mi madre nunca me dejó diciéndome que no le agradaba a Jehová y blablablá, ya sabes, esa historia. Después, como una niña tonta a los 10 años decidí bautizarme, cuando no sabía lo que me esperaba. Así continúe muy fervorosa con mis amiguitos testigos saliendo a predicar y unas veces siendo auxiliar porque era lo único que conocía. Hasta los 13 años cuando empezaron a atraerme los chicos y salir a bailar, cosa condenada, del Diablo, etc. Total que empecé a rebelarme. Yo solo quería distraerme sanamente como toda joven normal, no quería ir a la reuniones ni salir a la predicación. Nunca se me olvida un día que no quise ir a predicar y le grité a mi mamá diciéndole que no quería ir porque era pura hipocresía, pues no lo hubiera hecho! agarró un cinturón y me pego hasta que se cansó; me dejó todas moretoneadas las pompis y a los 16 años mandé mi carta de renuncia y ahí comenzó todo el terror.
Como aprendí un trabajo que se podía hacer en casa, mi padre me dejó poner un pequeño negocio en mi casa. Así que como ya sabía la condición de mi mamá: si quería su ayuda tenía que asistir a las reuniones, ¿te imaginas?, ya expulsada tener que soportar caras, tener que soportar que mi madre y mi hermano cuando se enojaban conmigo me dijeran que era una puta, que sus amiguit@s cuando los visitaban me vieran como mierda, soportar que mi propia familia me dijera apestosa por eso de estar expulsada. Me pone triste el saber que para estar bien con mi mamá tengo que pertenecer a su religión porque si no ella cambia para conmigo. No hay amor en ellos. Esos años los sufrí mucho y más por ella y mi hermano. Total que así seguí.
A mis 18 Años conocí a un buen muchachito que ahora es mi esposo. Mi mamá lo supo y no había día que no me dijera que me iba a ir mal porque no era siervo de Dios, pero no me importó. Nunca quise casarme con un testigo porque me fastidian saber lo "espirituales" que eran, no sé, no creo en esa felicidad que ellos pintan al casarte con alguien de su organización. A los 21 años y aún expulsada, me habló un anciano al terminar una reunión. Me preguntó cuándo pensaba regresar y se tomó el atrevimiento de decirme que porque su hijo estaba interesado en mí, oseaaaa, yo estaba expulsada y como ánimo para regresar me ofreció a su hijo jajajaja. Tuve que decirle que ya tenía novio y planes de casarme y que cuando me casara pretendía regresar (en esos días me sentía sola, sin amigos, así que mi única salida para tener esos "amigos de verdad", según yo, era regresar). Ven hasta dónde llega su manipulación. Entonces cuando le dije al ancianito eso pues le cambió la cara, se puso serio y me dijo “tú ya sabes que casarse con un mundano no está bien, vas a sufrir si te casas con él, te va ir mal, pero tú sabes si quieres sufrir toda tu vida”. Me hizo sentir mal y equivocada. Pero aun así decidí casarme porque yo lo amo y no me importaba lo que me dijeran. Ahora me da risa eso que me dijo el anciano, porque según él sufriría mucho y ahora soy muy feliz con mi esposo. Pero aquí no termina la historia.
Mandé mi carta de readmisión en octubre del año pasado, porque como ya te conté me sentía sin amigos. Ahora me arrepiento! Antes de hacerlo debí de investigar más y así no volverme a meter en la boca del lobo. Pasé por un comité judicial donde solo querían dañar mi autoestima recalcándome a cada rato lo que yo le hice a Jehová en aquel entonces renunciando a él y lo mal que lo hice sentir por no querer pertenecer a su organización, me dijeron que era muy difícil que me perdonara. Al final, por mis argumentos me readmitieron y cuando se dio el anuncio que ya era testigo de Jehová de nuevo todas las "hermanitas" llorando, según ellas de felices y me la creí, jajajajajaja. Por un momento me sentí querida, pero después de varios días su amor “sincero” se apagó. Todas las personas sentimos cuando sólo nos hablan por compromiso. Empecé a notar eso, aparte que una que otra siempre me miraba de pies a cabeza; empezaron a hablarme mucho y a juntarse conmigo, invitarme a salir y eso, hasta que un día me pidieron un servicio creyendo que por ponerme buena cara no les iba a cobrar, como dije tengo un negocio pero, oh sorpresa! después de eso su amistad verdadera se fue, se esfumó. Ahora sólo me hablan por compromiso. Veo tanta hipocresía y chisme cuando salen a predicar; veo tantos que se creen perfectos y con derecho a hablar de los demás, incluyendo a esa tía que le dio estudio a mi mamá y a toda su familia. Todo eso lo empecé a notar estos últimos dos meses y gracias a tu página he abierto los ojos. Pero ahora lo que me detiene a salirme definitivamente de esta secta es mi familia, porque como todos sabemos y como yo ya lo viví, una vez que sales pierdes a toda tu familia y ganas todo su desprecio y malos tratos. Ahorita trato de llevármela bien con mi madre y mi hermano para que algún día que vea conveniente decirles todo lo que he sabido y ojalá como yo, quieran alejarse de todo eso, de todas sus mentiras: los abusos a los niños que han sido encubiertos, del negocio de los salones de la WT, de la manipulación a la que los someten para no recibir transfusiones de sangre, todas esas son leyes hechas por hombres, no por Dios.
Tengo una amiga que está desasociada, quien nunca me dejó de hablar cuando yo estuve expulsada y ahora por medio del facebook se dieron cuenta que la frecuento y me metieron a la sala B para decirme que no es una buena compañía, que dejara de juntarme con ella si no quería que me llamaran la atención de nuevo. Cabe mencionar que ella igual se ha dado cuenta de varias cosas y ella sí es una amiga verdadera. Para ellos puedes ser chismos@ de lo peor con los demás, pero mientras hagas demasiadas horas de predicación y nunca faltes a tu reuniones, eres un buen siervo de Dios; o puedes ser sincero y cuidar de los demás pero si no predicas tus 12 horas eres de lo peor.
Ahora quieren controlar mis amistades, quieren que lleve a mi marido a las reuniones y todas esas hermanitas amorosas me siguen diciendo que casarse con un mundano da tristeza y dolor. En realidad, mi esposo me trata mejor de lo que me ha tratado mi familia. ¡Ya estoy harta de tanta manipulación y amor falso! Sólo me queda aguantar y aparentar. Espero que ese día de ser libre llegue pronto. ¡Esta no es la religión verdadera! Atte. anónimo