Hola... Soy Iván de Guatemala... Quisiera compartir con todos ustedes mi historia. Desde que nací mis padres me llevaban a las reuniones y al servicio..... Mi familia era muy conocida entre muchos de las congregaciones del sector, toda mi familia es tj: mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis primos TODOS.... En mis primeros años como niño creía que todo estaba perfecto en la religión, todo eso era mi mundo y no sabía nada más. Cuando empecé a ir al colegio ya fui viendo que otros niños hacían cosas que a mí me llamaban la atención, pero siempre en mi casa me persuadían a que todo eso era malo (para los testigos solo hay bueno y malo), junto con esto yo iba descubriendo cierta atracción hacia los niños y no las niñas. Todo esto en mi cabeza era una gran confusión por todo el bombardeo homófobo que existe en esta religión, y pues yo con apenas unos 10 años no sabía qué pensar ni mucho menos qué hacer. Junto con esto cada vez para mí era peor ir a las reuniones y al servicio y todo lo hacía por obligación, porque no me quedaba de otra. Al llegar la adolescencia todo se complicó mucho más, cada vez me aburrían más las reuniones, odiaba ir al servicio, me chocaba tener amigos que solo hablaban puras cosas "espirituales" pero todo era pura tontería, disfrutaba más estar con mis amigos del colegio y hacer cosas que cualquier chico de 15 años hacía. A los 16 años acepté mi orientación sexual, después de pasar por muchas crisis existenciales, siempre por tanto bombardeo de la religión hacia la homosexualidad. Muchas veces pensé que no merecía nada ni a nadie por gustarme alguien de mi mismo sexo. Al momento de aceptarme tal y cual soy sentí que me había liberado de culpas que en realidad no existen y que solo son culpas que quieren hacerte pensar que son reales. Claramente todo ese tiempo estuve llevando una doble vida, era un chico extrovertido alegre en el colegio y era el chico bien portado e hijo de uno de los ancianos. Ya a mis 18 años ya quería ser más libre, no me importaba decir que sí era gay y a mucha honra. Quería ser un joven normal y vivir mi vida. Pero estaba el detalle, aún vivía con mis padres, con la filosofía de que “aunque seas mayor de edad mientras vivas bajo su techo se siguen sus reglas”, y salirme de casa a vivir solo me daba mucho miedo, así que decidí seguir con mi doble vida. Al año de terminar la escuela ya estaba trabajando y pues por lo que publicaba en mi facebook me dijeron los ancianos que querían hablar conmigo. En dicha reunión me preguntaron que si tenia inclinaciones homosexuales. A tal pregunta les dije: “¿Se refieren a que si soy gay? Pues sí. Sí lo soy”. Se quedaron sin palabra en ese instante. Me dieron toda su lavada de cabeza que hacen con tanta palabra y textos de la biblia. Pero como yo aun tenía el temor que le infunden a uno desde pequeño, les dije al finalizar que trataría de cambiar. Claro no lo iba ni siquiera a intentar, pero con tal de estar en casa y que no me echaran lo tuve que decir. Pasaron 3 años los cuales cada vez hacía más cosas que para los tj estaban malas, claro todo a escondidas. Llegó el dia en que un tío me hablo y me dijo que había encontrado mi facebook "mundano" jajaja, término más estúpido. Y pues se dio cuenta que tenia una relación sentimental con un chico, le dije que todo eso era parte de mí y mi vida. El me dijo que era momento de tomar una decisión, de tomar el rumbo de mi vida y de lo que en realidad quería (mi tío estaba expulsado), así que tomé su comentario muy bien porque él había hecho lo mismo, tomar el rumbo de su vida. Así que decidí decírselo a mis padres claramente, fue un día muy emotivo para mis padres y para mí. Les informé que me iría a vivir con mi pareja, porque él al saber lo que iba a pasar me ofreció su casa para empezar una vida juntos. Mi madre me dijo unas palabras muy ciertas, me dijo: “Ya eres mayor de edad y ya tienes que tomar tus decisiones, solo recuerda que todo tiene consecuencias, y obligarte a algo no podemos ni podemos tenerte amarrado a esta casa”. Mi papá me insistía en que no me fuera a vivir con mi novio y que mejor me fuera a vivir solo y seguir yendo a las reuniones y poder salir adelante. Pero le dije que yo ya no quería ir a las reuniones y que no quería cambiar. Esa misma semana me fui de mi casa, confieso que fue algo muy difícil y muy duro para mí. Me dolía dejarlos, porque son mis padres, pero si ellos no están de acuerdo con mi vida y con lo que hago tenía que seguir mi camino. Hoy casi dos años de haber dado ese paso no me arrepiento de nada, lógicamente extraño a mis padres pero tengo una comunicación constante con ellos, a su manera, pero la tenemos. ¿Extraño la religión tj? ¡No! ¿Extraño a los supuestos amigos que tenia ahí? ¡No! Conocí verdaderas amistades que te aceptan y quieren tal y cual eres, no es una amistad condicionada. Hago cosas que no me dejaban hacer mis padres, ir a la universidad por ejemplo. Tengo una vida plena sin una doble vida y sin una organización que te esté juzgando a su conveniencia. Creo que nunca me interesó esa religión. Nunca sentí eso que dicen muchos, que sienten la presencia de dios en sus vidas. Yo no, nunca lo sentí. Y sigo sin sentirlo, vivo siempre con valores, claro está, pero los valores que yo considero que son necesarios para vivir feliz y en paz con las demás personas. Vivo feliz cumpliendo muchas metas y firme en mis decisiones y forma de pensar, vivir y ser. Que eso es lo que más importa: estar bien con uno mismo. Atte Iván