Crecer como testigo de Jehová
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Historia de vida #14: De la supervivencia a la libertad

  1. A mí no me gusta discutir sobre doctrinas religiosas, honestamente no le veo el caso; afortunadamente ahora muchos de nosotros tenemos la libertad de elegir para nuestra espiritualidad lo que mejor nos acomode, lo cual se respeta. Para eso nos liberamos para vivir nuestra vida bajo nuestro criterio, así que si algunos eligieron el catolicismo, el cristianismo o alguna otra fuente para su desarrollo espiritual lo respeto al máximo. Recientemente hubo un post donde una persona preguntaba sobre las creencias de los Tjs en cuanto a qué es el alma y qué es el espíritu y conforme se fueron dando los comentarios quedó demostrado que la enseñanza en esa secta es confusa y que ni ellos mismos pueden explicarlo, eso sin profundizar por que no acabamos, pero para muestra basta un botón y eso sucede con muchísimas de sus creencias.
  2. Me considero afortunada en muchos aspectos, el más grande de todos: el padre que la vida me dio. Mi papá fue una persona noble, culta, preparada, educada y con su ejemplo me transmitió el gusto por la lectura: a los 10 años leí mi primer libro completo de un escritor que era amigo de mi papá y le regaló una pieza de la primera edición. Se llamaba el Monstruo de Casasano. Mi hermana Elizabeth a los 5 años ya leía y escribía muy bien. Como yo era zurda me mandaban a hacer ejercicios especiales para tener mas habilidad con “la chueca” como decía mi papá, pero resulta que mientras yo dormía Elizabeth hacía mis planas (jajajajajaja), le gustaban por que eran de figuritas como caracoles y esas cosas. En la escuela nos iba muy bien pues teníamos el ejemplo de mi papá siempre trabajador y responsable. Cuando estudiábamos en la secundaria fue cuando lamentablemente fuimos captadas por los TESTIGOS DE JEHOVÁ, yo cursaba 3°, Elizabeth en 1° y Melina en la preparatoria.
  3. Anticipo que lamento mucho haberles abierto la puerta; eso nunca debió pasar, pero en fin, el pasado no se puede cambiar. Bueno viéndolo por el lado amable, de no ser por ese bochornoso caso no los habría conocido a todos ustedes a quienes considero mis amigos y ahora compañeros de lucha. Retomando el tema, yo iba en 3° de secundaria y tenía que pensar qué iba a estudiar cuando saliera: había una posibilidad de estudiar enfermería militar, pues mi papá era Capitán Primero de Sanidad, sirvió 30 años al ejército. Tenía la especialidad de cuidado de quemaduras de tercer grado, la cual desarrolló después de la tragedia de San Juanico, Edo. de México en 1984, cuando hubo una explosión de Pemex y casi un pueblo desaparece incinerado. Después mi papá capacitaba al personal de enfermería en esta especialidad. También trabajó en 1985 en una brigada de rescate en Oaxaca después del terremoto que devastó la Cd. de México; las maniobras las realizó hasta diciembre de ese mismo año, así que por tres meses dejamos de verlo por que estaba trabajando duro donde el epicentro de el terremoto. Cuando regresó de ese trabajo recibió una mala noticia (aunque sinceramente ahora creo que fue muy buena noticia): mi madre se había marchado, dejándonos abandonados en medio de la desgracia recién acontecida del terremoto que nos sacudió. Tengo 30 años de no verla, se fue con tanta seguridad que no volvió ni por error. Cuando pasó lo del terremoto del 85 y mi madre se marchó para siempre yo tenía 10 años. Y para los 14 años, en tercero de secundaria, ya me daban estudio (anti) bíblico junto con Melina y Elizabeth con el libro “Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra”. Allí comenzó la historia en la secta. Le comenté a la persona que me daba estudio que pensaba entrar a la escuela de enfermería militar, ya le había dicho a mi papá y estaba feliz, incluso fue a ver los requisitos para empezar a prepararme, me compró un diccionario de enfermería que hasta la fecha conservo. Pero me dijeron: “la milicia es de Satanás el Diablo, allí vas a servir directamente al enemigo, rinden homenaje a los símbolos patrios y usan armas, podrías matar a alguien”. Yo crédula, inexperta y estúpida, lo acepté y decepcioné a mi papá (bububububu) -perdón papá, no sabía lo que hacía- Esa época es de 1990 cuando en las reuniones nos metían un pánico tremendo por la Guerra del Golfo y la invasión a Kuwait, decía mi hermana “ven la tempestad y no se hincan” (jajajajaja bien trágica); siempre cada hecho que sucedía indicaba el próximo, el venidero, el irremediable fin del mundo.
  4. Lamentablemente cuando mi papá regresó de la brigada de rescate de Oaxaca por el terremoto del 19 de sep. de 1985 y nos encontró solas (por el hecho de que mi madre decidió irse) y recordando también que había enfrentado lo sucedido en San Juanico que fue de gran impacto, se enfermó de diabetes; como yo terminé la secundaria y había renunciado a estudiar enfermería, para que no me quedara de inútil me inscribió en una escuela donde me capacitaron como secretaria comercial, pero la verdad el curso se me hacía aburridísimo, cuándo me iba a imaginar que en parte era lo que me iba a dar de comer hasta el día de hoy. Allí tuve una experiencia que muestra como ya la sociedad Watchtower había afectado mi forma de ser: tenía 15 años y hubo un concurso internacional México-Americano, era un trabajo en equipo y el tema que elegimos era el de la comunicación a través de la historia; nos fue muy bien, obtuvimos el 3er lugar nacional y salimos en la televisión en un canal cultural, nos ganamos un premio muy bonito que constaba de un viaje de una semana a un lugar turístico donde estarían los ganadores de toda la República y Estados Unidos. Estaban organizados recorridos culturales, paseos, conciertos musicales, paneles de temas varios y bueno fui a hacer el oso (el ridículo) con mi mentalidad cerrada y anormal. Había escoltas y me eligieron de abanderada para representar mi delegación donde estaría la esposa del Presidente de la República, lo que para sorpresa de mi orientadora, rechacé. No pude participar de forma sana en las actividades de convivencia con mis compañeros, temía hacer algo que diera un mal testimonio y que significaría que Dios me cobraría por hacer tropezar a mi prójimo. Al final de la semana cultural el evento iba a cerrar con una ceremonia donde el Presidente de la República Mexicana iba a dar unas palabras a la juventud, el lugar estaba abarrotado de militares, guardias presidenciales, banderas mexicanas; los grupos echaban porras de su estado o del país y yo me aterroricé, sentía que estaba en medio de la casa del Diablo, me puse tan mal que me llevaron al hotel y mi maestra querida me dijo: “no te entiendo, de verdad, no te entiendo”. Ni yo misma me daba cuenta del daño que ya había recibido y mis facultades mentales ya no estaban sanas.
  5. También me acuerdo que en esos días ya nos habíamos tragado la idea de que el servicio de tiempo completo era lo más importante y cuando me volvió a tocar la oportunidad de presentar mi examen para conseguir un lugar en el nivel bachillerato, yo respondí mal mi prueba a propósito por que quería ser precursora. Yo creo que el estado de salud de mi papá ya no le permitía notar la influencia que la secta estaba causando en nosotras y por eso ya no tuvo la oportunidad de librarnos.
  6. A continuación les comparto lo que para nosotros como familia ha sido la desgracia más grande de nuestras vidas. Desahucian a mi papá por insuficiencia renal y muere en 1991, dejándonos a la mayoría menores de edad. La parte del sepelio y funeral quisiera relatártela aparte, es una experiencia que me carcome todavía y que me hace aborrecer a la organización de los testigos con todo mi corazón. Una vez muerto mi muy amado papá, nos enganchamos en la “religión”con la esperanza de volver a verlo durante la resurrección (doctrina que les ha resultado muy útil para manipular a mucha gente, se aprovechan de la gente en necesidad, en estado vulnerable). De otra manera difícilmente hubiéramos quedado tan inducidas o quién sabe, pero así es mi historia.
  7. Éramos seis hijos, los tres mayores nos maltrataban por no haber participado en las actividades fúnebres acostumbradas para los católicos por estudiar la biblia con los Tjs. Al poco tiempo nos corrieron de la casa de una manera que sólo de recordar no puedo creer que vivimos eso. Le llamamos al tipo que nos daba estudio, cuando llegó vio todas nuestras pobrezas en la calle y a mi hermano endemoniado agrediéndonos verbalmente hasta el cansancio. Así fuimos a parar con una "familia cristiana" (jajajaja perdón que me ría pero ese término me causa gracia). La realidad era que los ancianos y ministeriales en ese momento no sabían qué hacer con nosotras ni a quién tirar la bolita. Una familia levantó la mano, yo casi no los conocía por que ni siquiera eran de nuestra congregación, pero dijeron que tenían espacio y allí por poco tiempo fuimos a parar. Eran unos verdaderos trastornados sectarios. Se creían los cazadores de apóstatas dentro de la congregación y el señor después de que llegábamos de las reuniones se ponía a investigar a ver si la información que se daba en la plataforma armonizaba con las publicaciones: "la apostasía comienza con los ancianos y sus enseñanzas”, decía. Total que nos tenían atrapadas, no teníamos permitido contestar el teléfono ni siquiera a mi tía, que era el único familiar que se preocupaba por nosotras. La puerta de la calle estaba siempre cerrada con llave, si queríamos salir a la tienda, teníamos que pedir permiso y la asfixia fue absoluta. Una madrugada Melina despertó llorando y gritando, hubo que llevarla de emergencia a un hospital, obviamente la situación en que vivíamos no era para menos y físicamente mi hermana explotó de esa manera. La señora “cristiana verdadera” la regañaba, le decía: “cállate, cállate, no estás loca ¿o sí?” A los pocos días eran como las 12 de la noche y la tipa empezó a regañar a mis hermanas otra vez, pero no se lo permití y la enfrenté. Les exigí a los dos: “¡ábrannos la puerta!” y me dijeron: “¿cómo crees, a donde van a ir a estas horas?”, y gritando les repetí: “¡¡¡abran la puerta ahora!!! ¡ya no queremos estar aquí ni un minuto más!”, mis hermanas lloraban y yo las tenía atrás de mi protegiéndolas. Hasta que por fin abrieron y así de madrugada solas en la calle en un lugar desconocido sin rumbo fijo ni dirección quedamos. Todavía ahora tengo pesadillas y sueño que no tengo donde vivir y que estoy en la calle buscando casa. Llegamos donde vivía el anciano, allí fue cuando yo perdí el control por mis nervios atrofiados, tuvieron que ayudarme a entrar a la casa entre dos personas y ese anciano nos tranquilizó a las tres, íbamos muy mal. Parte de las conclusiones que obtengo hasta este punto son las siguientes: los testigos de Jehová te enseñan un lema "tienes que ser fiel hasta la misma muerte", te enseñan a ser exagerado en lo que se supone son pruebas de fidelidad, por ejemplo otra situación que yo tengo atorada en mi mente: Elizabeth era muy buena estudiante y era abanderada de la escolta y ¿si la expulsaban por no rendirle homenaje a la bandera ellos qué alternativa ofrecían a cambio?, ninguna; te mandan al matadero con sus malvados llamados “principios” te ves afectado por creerlos y seguirlos y ¿luego qué? Pues que te rascas con tus propias uñas para lo que sigue por que ellos se lavan las manos como agrupación. Ahora resulta que la sociedad ya tiene banderas ondeando su logo. Y en esos tiempos eso era llamado pecado de idolatría y tenías que obedecer así te expulsaran de la escuela o no te quisieran aceptar en otra. Y todas las angustias que vivieron tantos pobres niños intentando obedecer los mandatos de esa creencia de mierda en qué queda, díganme en que queda tanta burla. Por ser "fieles" en el funeral de mi papá no rezamos, no entramos a la iglesia, nos corren y ¿ahora qué? Esos fanáticos no tenían ni idea de qué hacer con nuestras vidas, digo los que se dieron cuenta y a los contados que les interesó, por que al resto de la congregación le valió que las huérfanas estaban en la calle, ellos siguieron viviendo sus "cristianas vidas", siguieron predicando que Dios es amor y cuanta mentira, ¡mientras tanto las vidas de miles y miles se ven arruinadas sin piedad por conceptos absurdos!
  8. Como éramos muy jóvenes y sin experiencia alguna en la vida, sin adultos que nos protegieran, nos aferramos a la congregación, por que en su momento era lo único dizque seguro que teníamos. Terminamos rentando un maldito cuarto de azotea con una señora que estudiaba con una publicadora y aceptó rentarlo. No nos gustaba, había muchos gatos (¡huácala!) y hasta ratas de repente, pero nadie nos aceptaba rentar por ser menores de edad. En la congregación nosotras notábamos cómo las jóvenes eran iletradas e incultas, pues habían nacido dentro de la organización, apenas tenían la primaria las precursoras, solo algunas habían cursado la secundaria ninguna la preparatoria. Escribían con notables faltas de ortografía sus registros en el servicio. Elaboraban simples discursos para la escuela del ministerio teocrático. Como éramos muy hábiles para leer y estudiar no teníamos tampoco ningún problema con las presentaciones y eso nos hizo ganarnos el desprecio de las jóvenes de nuestra edad. Incluso vimos que nos envidiaban por el hecho de que los dos ancianos jóvenes y solteros estaban atentos a nosotras por la muerte de mi papá; después de un desplante de unas precursoras pensamos: “¿estas idiotas querrán que se muera su papá para que los ancianos las atiendan?”. Como avanzamos con mucha rapidez, en poco tiempo las tres nos mudamos a Cd. Neza a apoyar a una congregación. Melina tenía 19, yo 18 y Elizabeth 16 años, ya éramos precursoras regulares. En esa congregación de Neza vivimos algo que no le deseo a nadie ni como mujeres ni como hombres: EL ACOSO. Había un cerdo soltero precursor regular que reparaba lavadoras, un pobre diablo y otro rufián que estaba casado y había sido siervo ministerial, pero lo removieron por acosar a una niña de 14 años que se hizo gran amiga mía. Eran dos verdaderos lobos que ni siquiera tenían disfraz de oveja, dos tipos jariosos (calientes), enfermos sexuales protegidos del anciano presidente que vieron en nosotras la carnada perfecta: solas y sin familia que nos protegiera, dijeron el par de marranos “de aquí somos”. Cuando le avisamos al anciano presidente cómo nos perseguían a todas horas, excusó al precursor regular mayor de 40 años diciendo que era soltero y que era normal que cortejara a una soltera la cual cabe señalar solo tenía 16 años. Del otro canalla sencillamente se hizo el ciego y sordo por que era su cuñado, estaba casado con su hermana y ya tenía antecedentes serios con otra jovencita en estado vulnerable; lo que no pude soportar fue saber varios años después que ese fulano fue nombrado anciano de congregación al lado de su cuñado, el anciano presidente, colocándole así en bandeja de plata a las demás niñas que fueran de su interés.
  9. A esos dos sujetos cobardes los tuvimos que soportar los 2 años que vivimos allí, estaban obsesionados y vaya que nos causaron grandes sustos los desgraciados, pues literalmente nos perseguían como perros en celo. En esa congregación me topé con un caso el cual por cierto fue el motivo de escribir todo esto. Conocí tres hermanas adultas, cada una tenía su propia familia y vivían en el mismo terreno. Las tres señoras eran bautizadas; en esa época se creía que la generación de 1914 vería el fin del mundo y era cerca de 1993, significaba que un bebé que hubiera nacido en 1914 tendría 79 años, sería ya de edad avanzada y de acuerdo a la revista ¡Despertad! que traía esa leyenda al reverso de la portada que esa generación no iba a pasar sin ver el fin del sistema de cosas; pues nada que simplemente a sus hijos no los mandaron a la escuela, ¿para qué, si el fin ya estaba en la punta de la jeta y en la escuela nomás se van a malear? Eran entre todos como 10 chavitos entre niños y niñas sin quehacer, a los cuales alfabeticé y les enseñé manualidades. Las niñas fueron las que mejor respondieron. Los niños ya eran vaguillos. A uno de ellos, tristemente como de unos 13 añitos, lo mataron de un balazo, me contó su afligida mamá cuando ya estábamos en provincia de precursoras en zona rural asignadas por la sociedad y fuimos a visitarlas.
  10. En cada congregación que llegamos nos encontramos el mismo cuadro: los jóvenes apenas cumplían la primaria, máximo la secundaria y ninguno la preparatoria. Los que tenían un poco de más preparación era por que habían entrado a la organización ya con estudios, pero esa es una realidad, a estas personitas las dejan incapacitadas, a las niñas después de la primaria o secundaria las hacen precursoras y de allí “ya valió” su educación. Más o menos fueron 5 congregaciones donde servimos pues en todas era el mismo caso o con gente de la membresía que conocíamos, cuando mucho tomaban cursos de belleza o cocina pero créanme, unos cuantos estudiaban solo un curso de algo sencillo. A estas alturas ya no teníamos contacto con nuestros familiares. Nuestra única asociación eran testigos de Jehová, ninguna amistad que no perteneciera a la sociedad, ningún trato con los familiares, sólo ellos exclusivamente. Luego dicen que no son secuestradores, quizá no físicos pero si mentales. En todo ese tiempo vi muchísimas cosas absurdas producto de la ideología, modos y costumbres que no podían si no ser modismos de fanáticos: “No digas ojalá porque significa Alá quiera y pos no, ese es un dios falso”, sin embargo en las publicaciones se redactaba con esa palabra sin problema. “Si vas a nadar no uses traje de baño, es inmoral” “las faldas no deben tener raja en la parte de atrás, se te pueden ver los tobillos”; es un control completo, los patrones de conducta ya están marcados; cómo se espera que uno se comporte por ser precursor “decente”, cómo te vistas como trates al “sexo opuesto” pura apariencia, pura farsa.
  11. A nosotras nos asignaron a unos pueblos del bajío donde nos visitaron unas publicadoras del Distrito Federal (DF), pero cuando regresaron a su casa dijeron que nos habíamos ido a lo más fácil (traducción: para que te aplaudieran, por decirlo de algún modo, teníamos que habernos ido a la punta del cerro donde las inclemencias del tiempo nos hicieran arrastrar la lengua para que en el DF, nuestro lugar de origen, reconocieran nuestro servicio, como si eso fuera lo que nos interesara). Allí apoyamos también la ruta de precursores en Querétaro, un lugar hermosísimo cerca de Pedro Escobedo, fue en esos días cuando comenzamos a ver más de cerca el trabajo de los precursores especiales y de los superintendentes de Circuito. Hospedamos a bastantes. Incluyendo personal para la obra de construcción y muchas precursoras regulares; mucho qué decir al respecto: peleas, competencias, holgazanería a morir, bastante desperdicio. Al pueblo le pertenecía un rancho a donde nos mudamos, iniciamos un grupo de estudio donde vivíamos que ahora es una congregación. Recuerdo que por las mañanas me venían deseos profundos de morir. Allí en esa comunidad inició ese malestar en mí. Para entonces Melina ya no estaba con nosotras, se casó de tan sólo 21 años con otro inocente crédulo y se quedó con su esposo en Cd. Neza. Así que sólo éramos Elizabeth y yo con mucho empuje, muy inquietas, muy analíticas. Actualmente Melina sigue presa de la secta, muy fanatizada por cierto, pese a que cuando estuvo casada sirvió en proyectos de construcción y vio cosas horribles. Ya cuando regresaron de ser voluntarios mi cuñado y mi hermana en la obra de construcción de salones de asambleas, mi cuñado ya venía muy desanimado, digamos mejor que regresó desengañado, en su gran y justificada amargura por las cosas que vio decía que ese servicio de construcción era para usarlos como carne de cañón. Entre las cosas que les sucedieron vieron el caso de un hermano que perdió la pierna cuando dinamitaron la parte de un cerro donde iban a construir, al cual sólo le dieron las gracias y el pésame cuando lo mandaron de regreso a su casa, la sociedad se deslindó de absolutamente toda la responsabilidad respaldándose de un documento que el hermano había firmado como voluntario. Además del favoritismo y la lucha de poderes. No duraron mucho tiempo juntos, mi cuñado para ese entonces ya era anciano pero después de una etapa tormentosa en su matrimonio él sin dudar renunció a la organización que tanto mal le había causado con sus estúpidas creencias y finalmente con 10 años de matrimonio se separaron para luego divorciarse. Desde entonces no sé nada de él pues también la llevamos y como familia nos aborreció. Sinceramente deseo que se encuentre bien y que haya encontrado su camino, reconozco que él la tuvo muy difícil tratando de vivir la utopía testiguil. Mi hermana y él vivieron de primera mano el suicidio de una joven Tj que había huido de su casa, expulsaron a su papá, se fue a vivir con su abuelita, quien les rentaba un departamento a mis familiares y una madrugada escucharon un ruido muy extraño y al poco rato llegó una ambulancia, la muchacha había tomado veneno para ratas, lo que se oía raro era su agonía, para cuando llegaron los paramédicos era demasiado tarde, ella ya había muerto. ¿Cuántas historias de estas por el mundo, cuántas muertes más se necesitarán para que reaccionen?, muertes causadas directa o indirectamente por una expulsión. No es el único suicidio que de primera mano conocí entre testigos de Jehová.
  12. Fuera de la secta la expresión “inmerecidamente” es muy raro escucharla. Sin embargo dentro era el pan de cada día. ““Jihovás” gracias por la vida que inmerecidamente nos das.” “Hermano, felicidades por su privilegio”, la respuesta obligada para mostrar falsa humildad: “inmerecidamente” . Ouch!!! y más ouch!!! cómo me irritaba esta expresión, LA ODIO!!! sólo de recordarla. Cuando un “cristiano verdadero” utilizaba dicha palabreja podían suceder dos cosas una su estima estaba muy baja allí el cuervo gobernante ya había logrado su objetivo con esa persona para que sencillamente se sienta caca. Los ponen a trabajar gratis en la publicación, en las construcciones, en las casas betel etc. sólo por poner un ejemplo. Regalar su tiempo, su dinero, su descanso a esta organización renunciar a gustos personales, cancelar la relación con la familia que no pertenecía al clan en fin muchos sacrificios y sin embargo las gotas de bienestar las consideran “inmerecidas”. Otra: la cual también me revienta y es precisamente cuando se usa falsamente. “Yo como precursor regular y ministerial inmerecidamente fui invitado a la escuela de entrenamiento ministerial (eh chavas!!! para que vean al partidazo que tienen en frente y que cotizado como auto último modelo nomás pueden ver pero no tocar). Claro en lo único que yo utilizaría decir que es inmerecido es cuando sobraba saber que el paternalismo o el compadrazgo había tenido que ver para que una persona tuviera un privilegio. Con mi gran compañera y hermana de mi alma Isabel en privado comentaba eso precisamente la falsa humildad que manejan hombres y mujeres con privilegios dentro de las congregaciones; no queriendo mostraban sus credenciales como cartas de recomendación pero calma no te impresiones ellos como tú son simples colaboradores puedes adularlos pero sólo un poco hay que dejar algo para la gloria del Jihovas. Si alguien trabaja duro por ejemplo y recibe un ascenso no es inmerecido. Su trabajo le ha costado y..... LO MERECE. Si alguien tiene la oportunidad de asistir a un bonito lugar, estrenar algo valioso LO MERECE!!! Si reconocemos nuestra valía como ser humano y conocemos a una buena persona para compartir no vamos a pensar que busque a alguien más digno a su altura, claro que no!!! si lo tienes, si lo recibes LO MERECES. Clavar en la mente del ser humano de que es inmerecido lo que tienen es un arma ideal de los líderes para manipularlos a su antojo, una persona de baja estima que siempre quiera estar agradando a los demás y estar de queda bien es fácil de manipular como dicen en mi país va a estar como el perrito que por una moneda de poco valor baila al son que le toquen. Pero..... alguien que se sabe VALIOSO no va a permitir que lo utilicen ni que le quiten lo que es suyo. Había una doctrina por aquellos años cuando yo tenía 16 y se estrenaba el cómico libro de Apocalipsis, ¡se acerca su magnífica culminación! había una parte donde se hablaba de que al final de los 1000 años del reinado de cristo donde cuando el paraíso terrenal ya quedara chido para entregarlo a Jihovas entonces ay carajo iban a soltar a Satanás el chamuco!!! y vendría la prueba final donde se le iba a soltar por poco tiempo y chale, aun va a extraviar a muchos. Dio´ mío qué es eso??? terrible desgaste mental me cae, con estos tipejos no acabas nunca, el problema de salir vivo del germanguedom, estar limpiando cadáveres y reconstruyendo la tierra imagínense la chinga que eso supone para que al final vuelvan a soltar al canalla del diablo y valiste chetos NOOO!!! Esa doctrina tiene ese fin de que siempre te sientas “inmerecedor” y no dejes de esforzarte por quedar bien con la watch. Repito el que la secta use como llavero el término “inmerecidamente” es algo fríamente calculadoooo. En todo momento durante las oraciones inmerecidamente por aquí, inmerecidamente por allá. Para que uno se cree en la mente que no merecemos el amor y la salvación de Dios. Como dice Miker, para aquellos que tienen taladrada en su mente esa idea es como la zanahoria puesta al frente que nunca se va a alcanzar. Pero inténtalo como premio de consolación puedes ser el esclavo del cruel cuervo gobernante que te da el privilegio de que desperdicies tu vida con ellos en su secta.
  13. Como en el fondo todos mis hermanos quedamos devastados con la muerte de mi papá ha quien los seis amamos profundamente. Cuando fuimos asignadas Elizabeth y yo a provincia, Melina se quedó en el DF recién casada y cerca de mis hermanos varones, a quienes con el tiempo convenció de bautizarse; mi hermana la mayor increíblemente y después de ver nuestro sufrimiento post-sectario decidió bautizarse a principios del año 2015. Bueno, la locura ¡¡¡no creen!!! pero así de fuerte es el adoctrinamiento así de lava cerebros, cabe señalar que mi hermana aceptó estudiar en un momento en que personalmente se encontraba muy susceptible y fue presa fácil, pues en los años que nosotras éramos precursoras a ella laboralmente le iba muy bien y lo que menos le interesaba era la religión. La atraparon por que se encontraba en problemas personales y le preocupaba mucho su hijito, mi sobrinito amado, entonces mis hermanos le decían que en el mundo nada bueno iba a encontrar que podía crecer en un mundo de drogas y perdición, etc. Ahora ahí está el pobre chamaco vestido de ejecutivo a sus 9 añitos, sufriendo la pena de todo lo que no puede hacer y viendo a sus amiguitos con recelo por ser de otra religión, sólo espero que cuando retome su vida como estaba acostumbrada salga de ese engaño. Melina se volvió a casar, pues cuando se separó de su primer esposo se vino conmigo a mi departamento del pueblo dos años, pero se mudó cuando me expulsaron y con sus ideas sectarias me hizo la vida de cuadritos, entrometiéndose EN TODO. En su papel de la “buena” se encargó de quemar nuestra reputación a grado carbón. Fue de hecho en ese lugar donde las cosas dieron un cambio drástico en la vida de Elizabeth y mía.
  14. En la primer parada donde servimos, la congregación era muy unida y por lo mismo más fanática, allí se vigilaban los hermanos con devoción, fue de mi etapa más crédula, estaba en el más grande alucine testiguil. Aún así de repente teníamos nuestros momentos de lucidez y Elizabeth y yo platicábamos de cosas que no nos cuadraban, como el trato miserable a los expulsados, la vigilancia “nazi” entre los hermanos y resultaba que si yo planeaba hacer una reunión social para las niñas de la congregación (quienes me preocupaban verdaderamente por lo ocasional que era su entretenimiento, me llevaba a las niñitas a mi casa a comer a bailar a dibujar, cantar, todo muy sano, muy bello, yo las quería mucho y ellas a nosotras, incluso jugábamos al salón de belleza y con los pocos cosméticos que teníamos nos maquillaban o las maquillábamos a ellas fueron cosas bonitas), teníamos que pedir permiso, yo pensaba ¿por qué tengo que avisar? es mi casa, puedo invitar a quien yo quiera, pero esa era la costumbre en ese lugar y ni modo el anciano tenía que estar enterado de todos nuestros movimientos y cuando lo pasábamos por alto se molestaba.
  15. Por décadas la congregación se había reunido en un verdadero cuchitril pero en una de esas llegó un matrimonio de precursores especiales, eran ex betelitas que dejaron betel por que tuvieron un hermoso hijito que ahora traían de precursorcito. Por medio de ese señor se hicieron los trámites para construir un salón. Se adquirió el terreno y se hicieron arreglos para hospedar a los voluntarios de la construcción por eso no les afectó que yo fuera inactiva con tal de tener un lugar donde hospedar gente. Se informó a la congregación la dura campaña que se venía encima: Cooperar mucho dinero mientras durara la construcción pues se tenía que alimentar tres veces al día a los voluntarios y las hermanas eran las asignadas para preparar los alimentos. Para el desayuno la cita era a las 5 de la mañana pues a las 7 llegaba el equipo de construcción a desayunar y considerar el texto del día. Luego a las 10 de la mañana el siguiente equipo a preparar la comida y en la tarde como a las 3 un tercer grupo que preparaba la merienda. Decían que era apegado al horario de betel y que de hecho ellos eran como una extensión, quien sabe. En la reunión se les dio a cada familia o publicador un papel para que escribieran cuanto dinero fijo iban a cooperar “voluntariamente” al mes por la deuda que se contrajo con la sociedad con la construcción del salón y se explicó que al final cuando se termine de pagar la deuda el lugar iba a pasar a ser propiedad de la sociedad. Aparte asignaron a otras hermanas para que lavaran la ropa de los voluntarios. Otras que eran estilistas iban a cortarles el pelo gratis. Analizando de verdad fue una carga espantosa: Cooperar económicamente, realizar las compras de los alimentos los cuales la sociedad manda un programa de lo que se tiene que preparar para que el equipo se nutra, preparar diariamente las tres comidas y servirlas, limpiar el comedor y la cocina, atender su casa y asuntos personales, asistir a las reuniones, salir al servicio, ver por sus hospedados, ir de albañilas a la obra si tenían tiempo, los hombres la hacían de vigilantes turnaban a un par de hermanos cada noche para que fueran a cuidar la obra, sin ninguna seguridad social obviamente. A riesgo de un asalto, lo bueno es que nunca les pasó nada pues estaban a orilla de carretera muy expuestos. ¿Qué les parece? Sólo de recordarlo y escribirlo ya me cansé.
  16. El matrimonio que me tocó hospedar en mi depa me dejó mucho que desear, nosotras prendíamos el boiler cada vez que lo usábamos pero al señor que estaba de visita le pareció mejor dejar el piloto prendido para evitarse la molestia de tener que encenderlo cada mañana así que como lo dejó en automático, se acabó el gas en unos cuantos días, cuando llegué un fin de semana a la casa fue lo primero que me dijo, para que le comprara otro tanque. Su mujer de verdad era la amargura andando, era tan infeliz que no era capaz de esbozar una sonrisa ni por educación, siempre traía una caja de galletas finas Macma que se llamaban lenguas de gato, nunca se me van a olvidar por la siguiente razón: Un sábado en la noche que yo estaba descansando en mi casa, llegó la hermanita que les lavaba la ropa a los hospedados venía con su esposo recién convertido y dos bellas niñitas, mientas esperaban a que saliera el matrimonio, me platicaban su situación, resulta que el señor como estaba recibiendo estudio y asistiendo a las reuniones dejó su buen trabajo para no faltar a ellas y no portar armas pues era custodio del Servicio Panamericano que recolectan los valores en las empresas y negocios en camiones blindados y como tenía que estar armado era pecado, entonces dejó su trabajo y sin empleo les estaban lavando gratis la ropa a los voluntarios, ni idea de como comprarían el jabón y demás productos para lavarles la ropa, como andaban escasos de dinero las niñitas vieron las galletas en la mesa y se les antojaron, como las vi ansiosas por una golosina se me hizo fácil darles unas galletitas a las nenitas, nunca me imaginé el coraje que demostró la gorda amargada cuando se dio cuenta que compartí de sus galletas. Salió enfurecida de la recámara y sin saludar tomó su triste caja de galletas y se volvió a meter. Jamás le volví a dirigir la palabra. Después vino Elizabeth en uno de esos días y pensando que estábamos solas comenzamos a discutir ella y yo, en la discusión dijimos groserías y nos gritamos. Total que a la quincena siguiente llegué y estas personas ya no estaban en el depa, no recibí ni por escrito ni verbalmente un “gracias” de su parte por los meses que parasitaron allí, nos quitó puntos con el hombre rectitud, su conciencia no le permitía vivir más gratis en una casa que la mayor parte del tiempo estaba únicamente para ellos. Pasó el tiempo y al fin se iba a dedicar el salón que con tanto sacrificio se había levantado. Se hizo muy obvio que los voluntarios no todos pero si varios, veían en ese servicio la posibilidad de escalar mayores privilegios y se los comparto de corazón las mujeres que venían de albañilas acompañando a sus maridos eran la amargura total. Una ocasión otro matrimonio de voluntarios fueron a mi casa a visitar a mis hospedados y reconocí a la señora, la había tratado antes cuando yo era muy joven en una congre de Neza, se llamaba Edith y le dije: “me acuerdo que fuiste muy amable con mis estudios”, unas niñas que yo adoctrinaba compañeritas de la escuela y su respuesta fue: “pues dícelo al super de cicuito para que sepa quien soy”. Lógicamente era para ganar puntos, allí la reputación no sirve para otra cosa que para obtener puestos o privilegios. Yo definitivamente ya no podía participar de sus conversaciones me encontraba fuera de sintonía, en otra frecuencia. Ajena por completo. El día de la dedicación, un domingo, yo estaba dormida y un hermanito me despertó iba por mí para que asistiera a la inauguración, con la mayor desgana me alisté pues no le quise desairar después de que se tomó la molestia de ir por mi. Estaba fuera de lugar, solo saludé a quienes se acercaron a mí. No compartí ni la alegría ni el interés que había para esa ceremonia.
  17. Con el tiempo nos mudamos a otra zona, al tiempo, mi hermano fue a visitarnos y a darnos una noticia: sin nuestro consentimiento autorizó que la pensión que mi papá nos había dejado ahora la iban a recibir mis abuelitos. Así sin más, él se tomó ese atrevimiento, que como dice el dicho “no hay mal que por bien no venga” pues ahora venía de a deveras. Como sea mi hermano nada más fue a avisar y se regresó al DF a continuar su vida y sus hermanas arréglenselas como puedan. Intentamos de todo para seguir trabajando gratis para la Watchtower: vendimos mil cosas, donas, granola, servilletas; aceptamos trabajos peor que mediocres, una vez trabajé con unos hermanos que tenían un local en el mercado (el peor trabajo de mi vida de verdad) y ¿saben cómo me pagaban? con producto del negocio, verduras, granos, pero dinero “nanais”, osea una limosnera. Todo por conservar el bendito precursorado. Sencillamente llegó una noche en que las tripas nos tronaban de hambre. Preparé agua con avena y azúcar para mitigar el hambre que nos azotaba. (Y aprovechando la ocasión, quiero agradecerle a Saúl la gran mano que él y su esposa nos dieron al matarnos muchas veces el hambre y ser hasta el día de hoy nuestros amigos aunque sea muy ocasional vernos, personalmente pero de verdad amigo eternamente agradecida con ustedes los quiero mucho compadre). El tiempo iba pasando, con ellas la oportunidad de prepararnos y de encontrar empleos dignos. De hecho yo creo que la libramos a tiempo pues ya no éramos tan jóvenes cuando decidimos ver por nosotras mismas. Buscar trabajo a los 29 años sin ninguna experiencia no es fácil.
  18. La situación en la congregación me hizo ver que era una secta aunque en ese momento no tenía la definición exacta. Con un anciano petulante que no estaba en condiciones de dirigir un rebaño pero a falta de voluntarios se le tenía que soportar. Una persona sin preparación, sin sentido común y que bueno físicamente tampoco estaba en condiciones, a ciencia cierta no sé que problema de salud tenía pero presentaba algo así como lentitud que a veces se le caía la saliva al hablar. Alguna vez comentaron que se debía a la exposición que había tenido con solventes en un empleo de hojalatería y pintura. Ya cuando hubimos dejado el servicio y estábamos tratando de salir adelante yo estaba tomando una capacitación por parte del gobierno del estado para ir a comunidades a coordinar un programa social para la atención a la infancia. Ese día era 11 de septiembre de 2001 e iba de regreso a mi casa en todos los lugares se hablaba del derrumbe de las Torres Gemelas y en el camino me encontré a una joven que era mi amiga e hija de testigos de Jehová, la saludé; ella estaba muy triste nos sentamos en las escaleras de un local cerrado de la calle y comenzó a llorar mucho. Me contó que quizá sus papás se iban a divorciar por que su papá había engañado a su mamá con una precursora regular y que los iban a expulsar. Yo de por sí en ese tiempo ya no creía en lo que se decía en las reuniones, ni me interesaba salir al servicio ni convivir con los hermanos. Pero después de platicar con ella y reflexionar muchas cosas supe en mi corazón que ese día yo le decía adiós a aquella organización a pesar del miedo acostumbrado al Armagedón y al fin del mundo, que quizá la caída de las torres anunciaba. Todo el aprecio que pude haberle tenido se esfumó, dejó de interesarme lo que pensaran o lo que dijeran los demás.
  19. Hace poco un compañero me preguntó ¿por qué dejaste la organización? Y me hizo recordar algunos detalles que me gustaría compartirles por que meditando en ello quizá algún Tj que lo lea se sienta identificado y se dé cuenta que no está mal de sus facultades mentales, ni bajo de espiritualidad, lo que pueda causarle un sentimiento de culpa por no poder cumplir a cabalidad con los requisitos del siempre exigente cuerpo gobernante que dice estar en representación de Jehová imponiendo cargas difíciles de llevar, incluso podría decirse actividades repetitivas hasta el hastío, los mismos temas de estudio, las mismas respuestas, la misma actividad, las mismas conversaciones, LOS MISMOS CHISMES. Hace poco yo iba caminando por la calle soleada y vi a una señorita con unas lindas gafas oscuras y me dí cuenta que llevo más de un año sin usar gafas y que ni me acordaba de ellas. Pensé: ¿en qué momento dejé de necesitarlas? Digo afortunadamente, pues hubo una época de mi vida en que sencillamente no podía desprenderme de las mismas, así fuera un día iluminado o nublado de noche e incluso en interiores. Elizabeth mi hermana y yo rentábamos un departamento pequeño en el pueblo donde “servíamos”, apenas contábamos con una cama, fuimos muy unidas y dormíamos juntas desde niñas, una estufa sencilla de dos quemadores regalada, una mesa de vidrio con apenas cuatro sillas, el refri, la grabadora, unos racs para colgar las nahuas (jejejejeje), un estante de metal para la ropa doblada y una mesita de madera donde podíamos contar unos cuantos trastes y nada más. Se suponía que esa era la forma en la que viven los precursores de territorio rural la mayoría que conocí vivía de la misma manera. Bueno algunos peor, por que nosotras rentábamos pero varios buscan casas de hermanos que les puedan proporcionar habitaciones donde ni siquiera renta tengan que pagar. Y en un solo cuarto tienen cocina y recámara. Creo que entre más austero eres, más representas al precursor estrella jajajajajajajaja. Ok en esas condiciones pasábamos días enteros entre el servicio, estudios y visitando familias de hermanos, mientras tanto se nos iba pasando la vida, la edad, la oportunidad de prepararnos y forjarnos un futuro. Ese ambiente es de fábula, una fantasía donde transitas por el mundo pero en otra órbita. Después había que enfrentar la realidad económicamente estábamos ultra limitadas. Hubo un momento en que comencé a observar nuestras pobrezas materiales eran vergonzosas realmente. Pero todo, incluyendo la ropa pues gustábamos por disfrazarnos de viejitas. Ese es un aspecto muy común de las personas sectarias que visten casi uniformadas y si alguien sale del cuadro acostumbrado corre el riesgo de ponerse en el ojo del huracán siendo señalada como inmoral, mundana o materialista. Todo debe coincidir por que todo está parametrado, así de absurdo. Bueno ya he contado que hubo un momento en que sencillamente no teníamos para comer así tal cual y empezamos a aceptar “trabajitos” que solo espantaban a la lombriz (jajajajajajaja) pero no era suficiente. “Nuestra prioridad debe ser el servicio” pensábamos o así nos lo taladraban todo el tiempo así que si queríamos conservarlo y ganarnos la vida deberíamos conseguir chambitas que nos permitieran seguir aplanando calles y reunirnos para ir a oir exactamente lo mismo de cada monótona reunión. Así era la situación cuando un gran vacío invadía mi vida, una gran insatisfacción, me llegó a pasar que estando parada en la puerta de una casa en el servicio las personas abrían y yo me quedaba callada!!! no tenía realmente nada que decir. Sin palabras, sin ánimo, repito vacía. En el fondo yo sabía que todo era un engaño, una farsa en las reuniones, todos congregados, bañados, arreglados pero como suele pasar es un pueblo chico infierno grande, te das cuenta de que nadie es en realidad el ser espiritual que pregona. Para mí desde Cd. Neza las congregaciones están viciadas y uno se mal acostumbra a seguir el juego de la hipocresía. Fue entonces cuando me aprisioné detrás de unas gafas por bastante tiempo. Si me las quitaba inmediatamente un gran dolor de cabeza me invadía tipo migraña. Sencillamente quería ocultarme, así andaba por todas partes con la cara agachada y con gafas. Recuerdo de una vez en que ya de noche Isabel me dijo no te duele allí y yo pregunté ¿dónde? Me tocó a la altura de la sien donde la varilla del lente me había presionado tanto que ya estaba sangrando y no me había dado cuenta. Era preferible la herida que dar la cara. En esas andaba cuando un señor de una iglesia evangélica con quien yo platicaba en el servicio me detuvo una vez en la calle y me dijo: Areli quiero hablar contigo, regálame unos minutos, extrañada accedí pasé a su local allí estaba su esposa y comencé a escucharlo intrigada. Y bueno lo que me dijo fue lo siguiente: “ Ya va mucho tiempo que te he visto cabizbaja y siempre con gafas oscuras” a lo que yo asenté con la cabeza. Entonces me dice ¿sabes? Yo pasé por un período depresivo también y mi tristeza era tal que al igual que tú me escondía en lentes oscuros, yo me puse a pensar y efectivamente recordé precisamente eso que cuando lo conocí así andaba el señor; me dice, así no se arreglan las cosas piensa qué te está causando esa tristeza y arréglalo no vaya a ser que empeore y algo malo te suceda. Hasta ese momento por un extraño tuve que caer en esa razón yo tenía un gran vacío, una gran tristeza y cero autoestima por cierto. En un momento desesperado dijimos: ¡a la goma! hay que buscar un trabajo de verdad, dejamos el servicio, poco a poco las caras de desaprobación no se dejaron esperar no había Tj al que le dijéramos ya no somos precursoras que no expresara condolencias lastimosas. Incursionamos en una fábrica de tenis, pero ya era tal nuestra decisión que lo primero que hice fue amueblar el departamento: dos camas matrimoniales con colchones Selther de buena calidad para descansar, coordinados de sábanas, colchas y cortinas,una sala, un comedor, un centro de entretenimiento con un modular LG, nuestra decisión estaba tomada. Remodelamos el depa lo pintamos por completo también con la mejor pintura Comex que había al alcance. Por cierto gracias a Saúl y a su esposa que nos echaron una manota pintando el depa. A las recámaras les pusimos puertas de madera. Ah sí ya recordé, también trastes: una batería completa, una vajilla, juegos de cubiertos, saleros, servilleteros. Cuanto pudimos mejorar!!!! Junto con eso Isabel iba avanzando en su crecimiento personal le atinó mucho a un curso que ofreció el gobierno del estado de Guanajuato. Conforme nos integrábamos al mundo laboral mi ramo fueron las ventas pues eso era lo único que sabía hacer nos alejamos por completo del servicio, de las reuniones y de los Tj en general. Ya no vivíamos para agradar a nadie si no para hacer algo para y por nosotras, claro ha habido altas y bajas pues no es fácil salir de la burbuja e incorporarnos al mundo real pero lo logramos. De hecho hubo un momento en el que nos separamos y cada una siguió su destino. Seguimos siendo afortunadamente tan amigas y hermanas como siempre. Angel Hernandez recientemente escribió algo muy interesante dijo: “No eres árbol para que te quedes siempre en el mismo lugar” . Y me queda claro si no estás a gusto en un lugar, si tu alma te pide más, no te quedes allí, busca qué te hace feliz, a ti qué te satisface que es lo que tú necesitas. Cada persona es diferente no se le puede satisfacer a todo el mundo con lo mismo cada cual debe buscar su camino. El daño que uno sufre en un mundo sectario no se quita de la noche a la mañana pero poco a poco nos podemos recuperar hasta ser nosotros mismos y no un producto clonado a una mentalidad colectiva donde te anulan tu personalidad y el libre pensamiento. No teman, tomen la decisión y van a estar muy bien.
  20. Me dediqué a mí misma aunque obviamente los casi veinte años sometida a una mentalidad colectiva no se cierra de la noche a la mañana, aún vivía temores, enojos, frustraciones y una estima muy baja. Mentira que es el paraíso espiritual, ante notario público lo firmo. En todos los años que fui miembro fue sobrellevando gente metiche, chismosa, envidiosa, ignorante con complejo de superioridad. Supe de abusos sexuales, de intentos de abusos sexuales que quedaron guardados en secreto. Cuando una persona expulsada era de mi agrado yo le seguía saludando, con algunas hasta iba a comer o sin problema las recibía en mi casa, nunca estuve de acuerdo en aplicarles la ley del hielo, quizá por eso ya no pertenezco a ellos. Rufianes que aprovechan el hecho de que en las congregaciones hay más mujeres que hombres y se divierten jugando con las muchachas incluso humillándolas. Después uno puede ver las cosas tal como son, comprendí que todo era una farsa lo malo que mientras eso sucede uno se pierde de vivir su propia vida con libertad. Lamento mucho por aquellos que dejaron empleos, carreras profesionales por una ilusión.
  21. Elizabeth aprovechó un programa de contabilidad muy bueno que ofrecía el Gobierno del Estado que fue su impulso, continuó sus estudios e ingresó en un trabajo donde fue adquiriendo experiencia y ahora es Jefa del área de Recursos Humanos de una empresa en Celaya Gto. Lo mejor es que emocionalmente acaba de desconectarse de la secta y ya está tratando de ayudar a uno de mis hermanos a hacer lo mismo, pues mi “carnal” ya tiene un año que no se reúne. Tenía 5 años que no lo veía, pero en cuanto se pudo se hizo el reencuentro. A mi familia afortunadamente la pude recuperar: convivir con mis tías, mis primos, que con los brazos abiertos me han recibido y me han ayudado. Lamento mucho haberme alejado de ellos los amo mucho. Yo también ahora cuento con un trabajo estable, la transición de la burbuja al mundo real fue muy difícil para las dos. Yo personalmente lo comparto sin pena, viví una gran decepción de la organización que exprimió cuanto pudo de nosotras: dinero, tiempo, juventud, energías, emocional y psicológicamente. Viví un periodo de alcoholismo producto de mi soledad y depresión por no encontrar un lugar para mí en el mundo pero una mañana que desperté cruda decidí que esa no era la clase de vida que quería, pues para mí las borracheras eran para solo llorar.
  22. Cuando salí de la secta me cambié de ciudad, eso me ayudó mucho y con el curso que mi papá me pagó cuando era adolescente de secretariado comercial pude apoyarme para encontrar trabajo, ya trabajando en oficina pude tener acceso a internet. Allí fue cuando leí las primeras experiencias como la de Miker Tower, Mary Fuentes o Leandro Cejas que fueron un impulso para seguir mi propia vida. Hasta ahora por medio de internet he podido leer e investigar temas más profundos como son las falsas enseñanzas de la Watch Tower. En mi caso fue cierto eso que comentan expertos que cuando uno sale de una secta hasta después de 7 años o más uno realmente elimina el chip que le taladraron. Tengo hermanos que continúan dentro y que limitan su trato conmigo por ser considerada mala compañía no importa qué clase de persona sea, que logros consiga, mientras no sea de su clan, apesto. Pero tengo otros dos hermanos que afortunadamente están fuera de la misma, con quienes convivo y me apoyo. Los grupos de ex testigos han sido para mí una tabla de salvación, del año que tengo perteneciendo a ellos me he sentido mucho mejor, son un aliento para seguir adelante con el respeto de por medio y, ¿saben que es lo mejor de todo? que puedo ser yo misma, libre de pensar y de expresarme. Tengo un trabajo digno, pude adquirir mi casa y después de haber perdido tantos años buscando adeptos para la Watchtower creyendo que era una obra salvavidas, decidí invertir mi tiempo como voluntaria en necesidades de mi ciudad . Actividad que considero de beneficio para mí y a las personas con las que trato dando ayuda práctica. No importa su religión, no quiero que cambien su forma de ser, su forma de pensar, solo ayudar como servicio a mi comunidad, nada más. Isabel mi hermana me comentó que piensa hacer lo mismo pues recientemente tuvimos un querido amigo hospitalizado y mi hermana se dio cuenta que allí también solicitan voluntarios para diversas actividades altruistas y tiene planes de participar ayudando de verdad a la gente sin esperar nada a cambio.
Atte. Areli Jiménez Anguiano
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